jueves, 2 de junio de 2011

El Ángel de cada una...

Lo observo mientras trabaja, está haciendo algunas grabaciones para su programa de mañana en la radio, lo prepara desde hoy aunque ya está entrada la noche. Los últimos años así han sido, sus proyectos, sus gustos… los que se convirtieron en nuestra vida. La maravillosa vida que hemos tenido juntos. Lo espero envuelta en una frazada, hace mucho frío afuera y no puedo evitar el gozo que me da verlo trabajar con tanta pasión en sus cosas. Sabe cuánto lo amo y lo feliz que he sido estos últimos años. Estamos juntos, con nuestra familia que formamos; pero no siempre fue así.


- Ángel, ven acuéstate ya, deja esa grabación para mañana – le apunté mientras me acerqué a él para levantarlo de su silla.

- No, espera, estoy casi terminando.

- Deja eso, ven…

Mientras lo incitaba a abandonar su silla quité la cobija blanca que me tapaba. Estos años juntos han sido plenos para nosotros como pareja, nuestra intimidad, la convivencia diaria, el sacrificio –incluso- en ocasiones en un rango de tolerancia respecto a la ideología de cada uno de nosotros y la conciliación que hemos logrado de nuestras metas y proyectos. Tengo que dejarlo que termine su grabación, pero quería que supiera que estoy esperándolo con la cama lista, sé que en cualquier instante él suspenderá su labor y me seguirá.

Aún recuerdo la manera en que nos conocimos, como es que sus ojos y los míos coincidieron en el mismo punto para cambiarnos la historia…

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