Te escucho nombrarla y te veo
imaginando tocar las estrellas del universo,
preguntándote dónde perdieron su brillo.
Te escucho nombrarla y mi corazón 
late amándote,
estremeciéndose por el anonimato 
donde sólo puedo vivir. 
Respiro profundo 
te espero largamente
mientras el silencio reacomoda tu saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario