Anoche...

Despertar y dedicarte el primer deseo,
el que evoca la noche disfrutada de sentirte,
haciéndote como siempre el dueño de mis sentidos.
Respuesta inagotable de mis manos
esta mañana al buscar tu piel caliente y deseosa,
mis labios que extrañan haciendo eco de tus besos.

Derramando besos sobre la cicatríz de tu pecho,
danzando castigada recitando tu nombre,
sin concentrarme más allá de tu cuerpo,
del sabor y olor de tu piel.

Enloquezco de despertar sola y llena de tu pasión,
recuerdo de tus caricias y la cordura perdida sobre dos cuerpos,
encontrados en un instante, en un espacio, en un acto de amor,
Ha amanecido y aún te espero llena del calor de anoche,
del fuego de mi cuerpo por siempre tuyo
especialmente de cuando nos amamos.